Prólogo a Poesía de Rubén Darío. Ángel Rama
- según Rama primer escritor de Hispanoamérica.
- Instala las reglas de la profesionalización del intelectual.
- concepción del arte como mera expresión. La conciencia del arte, la certidumbre de que se debía operar la producción lúcida de un significado estético, fue el punto focal de su actitud.
- Se trataba de la restauración de la conciencia, verdadero taller donde se estudiaba y componía. Alertó sobre la cerebración que era una de las justificaciones de la profesionalización requerida para el nuevo arte, parte del proyecto de autonomía intelectual del continente.
- Los intelectuales de la época se enfrentaron al mismo problema: la brusca evolución de circunstancias preexistentes (débiles en América, vigorosas en Europa) que dotó de novedad urgente al panorama de la cultura y exigió una perentoria toma de conciencia. A partir de ese sustrato común podían diverger las diferentes tendencias, pero todas debían surgir de una conciencia crítica en que el arte se tornaba reflexión.
La visión del futuro: la universal República.
- Su habilidad temprana para recitar poemas, le permitió la recuperación del pasado poético de la propia lengua.
- Su primera tarea poética se trató rigurosamente de una imitación de técnicas. Su dominio técnico engendraba un continuo desafío que se hacía a la lengua poética: no solo había que vencerlo mediante la imitación, sino complicarlo cada vez más proponiéndose nuevos problemas a los que dar solución.
- La imitación tomó la forma de una interrogación: ¿cuál debe ser la poesía futura?
3 comprobaciones:
1- renunciar a la expresión espontánea y considerar críticamente
la poesía;
2- en íntimo consorcio con la época;
3- desentrañar no solo la situación presente, sino la del futuro.
- Una epidemia de futurismo había invadido el mundo, debida a la insatisfacción del presente: el futuro es la restauración del espíritu, la armonía, regidas por la poesía, de la concordia de los pueblos, la Universal República. Darío concebía esto dentro de un pensamiento americanista. Para él, a pesar de posteriores decepciones, la modernidad nunca dejó de ser cosmopolitismo.
Una búsqueda dentro de la alienación
En Chile (1886-1889) realizó todas
las búsquedas estéticas posibles.
- se comprobaba el largo imperio del romanticismo y costumbrismo, con la necesidad de una nueva forma.
- la burguesía emergente carecía de tradiciones culturales. De modo semejante enfrentaba un vacío en el campo de las letras, porque a la cancelación del pasado, no tenía proposición nueva. El vacío literario surge por el desajuste entre la sociedad en transformación y las formas poéticas tradicionales.
- Sobre ese vacío comienzan a surgir otras orientaciones: la poesía realista (satírica) y la artística (sensualista y esteticista). Lo que establece la convivencia de ambas líneas es muy visible en R.D.: el espíritu crítico.
- Lo que el poeta ve es. Sobre todo, la contradicción moral, pues esta era el único absoluto que parecía firme después de la antirreligiosidad del positivismo.
- el poeta debe reflexionar sobre su función en la sociedad.
- Arte y dinero: En sus primeros escritos (Abrojos, Azul…) instaura dentro de su obra la paradoja, la contradicción entre el alto valor del arte y el dinero, considerado entonces único valor. Se produce un planteo dilemático donde los dos términos (arte-dinero) son contradictorios entre sí y se intercambian de manera desequilibrada, apuntando hacia ese lugar intermedio en el que Darío se sitúa, gracias a la potencia con que restablece el derecho al placer y a la belleza.
- Desde el período chileno, su escritura ya está ganada para una solución que reconoce la instauración de una nueva sociedad, la forja de un nuevo público, la aplicación de un nuevo sistema de producción. Hace suya una estética de la novedad, una pugna dentro de la alienación, la necesidad de inventar un paraíso artificial, en donde resguardar la subjetividad.
Rosas artificiales
Período argentino (1893)
- El vertiginoso crecimiento de las ciudades en el siglo XIX, abolió el orbe natural tipificado en las apacibles aldeas provincianas. Así también el cambio ocurrió en la literatura: la norma fue siempre la naturaleza. En la medida en que el modernismo acompañó el proceso de urbanización, se distanció del imperio de la naturaleza.
- Pero ningún poeta llevó tan a fondo la transmutación de lo natural en artificial como R.D.
- A esa reelaboración poética de productos ya acuñados por la cultura Pedro Salinas llamó “paisajes de cultura” (en Prosas profanas): recreaciones helénicas, las fiestas galantes, las versiones de textos del pasado, las marginalias poéticas al arte mundial, cuya audacia mide el escándalo que las acompañó hasta nuestros días, mezcla de fascinación y de horror. [transposición de arte: descripción de una obra artística].
- Chinerías: material milenario, el depósito cultural íntegro de Europa incluyendo sus paseos exóticos por el Oriente, el cual sólo era accesible a los americanos por intermedio de libros y objetos artísticos. (En Los Raros).
- Composición de 2do, 3ero, o 4to nivel: acumulación de productos culturales que se presentan en nuevas combinaciones que alteran su valor original. Son asociados y mezclados a otros materiales naturales o no que ingresan al nuevo orbe artificial.
- Darío no asume una actitud artificial, ni se integra a una cultura europea, sino que vive naturalmente la captación del objeto cultural, artificial, desde el plano concreto de la experiencia real del hombre americano: donde puede manejar y componer con libertad los valores artísticos objetivados en productos.
- Reconoce ese conjunto de materiales → como valores, un sistema de signos con significaciones establecidas por los americanos. Venus, Eva, Helena, Margarita Gautier, Li-Tai-Pe, Quirón, el cisne, el lirio, Pan, Verlaine, componen un sistema de signos.
- El bazar, lo kitsch: introduce en el sistema de signos datos de la pacotilla europea que llenaba el Bs As finisecular.
- Pero estos paisajes de cultura son una parte de una operación poética más vasta: la construcción metódica del artificio poético antinatural, según varios procedimientos:
1- régimen metafórico con referencias cultas u objetos artísticos
(“el teclado harmónico de su risa fina”);
2- alusión culta, exhibición de un vasto texto cultural para
convocar al lector cómplice;
3- el léxico y la ley armónica (mayor transmutación):
- la norma que rige su selección es la antinaturalidad y se intensifica cuando incorpora el coloquialismos.
- Manejó una concepción dual de las palabras: tenían alma y cuerpo, en ellas convivía la idea y el sonido.
- Principio de la desarmonía de las partes, donde las partes de la dualidad estaban en pugna incesante, lo que llevaba a la composición poética a ser el registro paradigmático de la contradicción.
- Es curioso que en Darío, que se preocupaba tanto por el sonido, la constante interrogación haya sido al “alma” y no al “cuerpo”, a la idea y no al sonido.
- Aspiró a una “melodía ideal”, simultánea y contrapuesta a la “harmonía verbal”, confiando en que “la música es solo de la idea, muchas veces”. El gobierno de la idea sobre la palabra es la que explica la rigurosa selección del léxico (“aristocracia vocabularia”: cultismo, preciosismo, arcaísmo, neologismo- las ideas más altas);
- Pero también elige las palabras por analogía sonora: aliteraciones, rimas interiores, repeticiones y redobles. (Rama habla de hedonismo sonoro)
Las dos urdimbres (cuerpo y alma) no se ajustan con la armonía que
el poeta previera y entre el sistema verbal y el ideal hay
colisiones, desconexiones. Intención de incorporar al texto la
contradicción como parte de la búsqueda desesperada de una supuesta
unidad que no encuentra en la realidad misma (Según Rama de esto
habla el soneto Yo persigo una forma...).
La melodía ideal se construye por la brusca aproximación de
términos disímiles que generan sorpresa, de novedad artificial, que
funciona en la tensa correlación del modelo metafórico clásico:
sustantivo-adjetivo, en Sonatina: “halcón encantado”,
“bufón escarlata”, “cisnes unánimes”) metáforas que
prefiguran al surrealismo.
Naturaleza: la selva sagrada
Darío irá construyendo su selva sagrada mediante una articulación
de símbolos, de modo que ella sea lo que no es la sociedad humana:
- da pruebas de Dios mientras la sociedad lo niega, unifica mientras la sociedad disgrega, y
- reúne los contrarios que la sociedad separa: el placer carnal y el espíritu, la concuspicencia y el arte libre, el animal y el alma, el hedonismo terrenal y la salvación inmortal. Una ardiente unidad en que todos los opuestos puedan coexistir sin dañarse ni negarse mutuamente, dentro de un clima de vitalidad y de verdad, de luz espiritual. La selva compuesta se ofrece como el reverso de la sociedad
- Coloquio de los centauros:
- el hombre y la mujer son fruto de una primigenia disgregación de la unidad y procuran todo el tiempo rehacerla
- hay misterios irresolubles: amor y muerte, para Darío son complementarios, no antagónicos.
- Lo mineral, lo vegetal y lo carnal corresponden a la misma energía procreadora.
- Las formas híbridas: centauro, sátiro, sirena → esfuerzos de la naturaleza para retornar a la unidad perdida.
- Los valores perviven eternamente porque responden a normas ideales invariantes.
- Primer tema: la naturaleza como fuerza ordenadora (no hay descripciones de la naturaleza). La naturaleza es una y sus expresiones son múltiples (y son sólo forma). Pero la unidad de la esencia animadora no entorpece la individualidad de cada una de las formas-expresiones de lo real (átomo, hoja, gota, espuma, flor, bruma), que son capaces de enunciación propia y autónoma que se ofrece enmascarada. Por eso sólo la pueden percibir los iniciados (vate, sacerdote) quienes a modo de discípulos integran el selecto conjunto de los aristos, que rastrean en esas máscaras, el mensaje unitario del Todo.
- Queda suspendida la moral: no hay bien, ni mal. Hay formas diversas; por eso la yuxtaposición no es excluyente.
Será en Cantos de vida y esperanza donde rotundamente
edifique su visión de la selva sagrada. Aparece como un puro
artificio en el cual los datos culturales que ocupan sus términos
actúan como los signos que componen un sistema planetario armónico
y perfecto. La selva se ha redimensionado y ya no se opone al mundo,
sino que lo abarca. Es el mundo explicado.
Yo soy aquel que ayer no más
decía: la selva es lo real, es el universo de la materia
y de las construcciones que con ella hace el hombre, pero emana del
espíritu divino, por lo cual, partiendo de lo uno, estatuye lo
múltiple contradictorio. Parejas de opuestos: cuerpo/Psiquis;
sátiro/Filomela; fauno/Hipsipila; el dios/Pan; alto/bajo;
cielo/tierra. El espíritu justifica el placer y la materialidad más
baja, el lodo, contribuye a la materialidad más alta, la música de
la flauta.
Pero esta unidad es un esfuerzo mental que no cancela sino que aviva
la pugna de los contrarios. La unificación no es la integración
homogénea de las partes, sino una tensa armonía que las obliga a
funcionar conjuntamente, reconociéndoles sus individualidades, sus
contrastes y oposiciones. La selva sagrada es un diagrama intelectual
que interpreta a la realidad, reconociendo que están instauradas las
contradicciones, pero ellas componen un todo armónico.
Dentro-fuera
También la interioridad se construyó con las piezas
culturales. Ya no es presentida como el “yo” compacto de los
románticos, para devenir también ella un “paisaje de cultura”.
El reino interior: la teoría de vírgenes doncellas y
mancebos criminales que intentan seducir a la princesa encantada.
Junto a la transposición de la intimidad a un conjunto de múltiples
objetos culturales, se asiste al comienzo de la desintegración del
yo: abismo entre interioridad y exterioridad, entre conciencia y
mundo. Evanescente yo que recorre los diversos objetos en que se ha
fragmentado; tensión armonizadora de sus elementos contradictorios.
Dentro del nuevo reino urbano, el burgués vive escindido, en sus dos
casas:
- la pública (el taller, la oficina, la tienda, la fábrica, paisajes generados por la cultura que producen en base a una eficacia económica que ahorra en belleza para alcanzar rendimiento monetario. Realismo rendido a la eficacia económica que proveerá la acumulación que se disfrutará en el otro espacio) y
- la privada (interior familiar poblado de objetos de lujo y belleza que colman el espacio interior sin dejar un solo resquicio).
El
burgués unirá ambas esferas: la base realista y la superestructura
refinada.
Las
posesiones enaltecen al yo,
que se expande y se asimila en los objetos bellos y ricos (a veces
más ricos que bellos). Esta realidad que para el burgués era
el hemisferio compensatorio (de su alienante vida pública); para la
burguesa era la totalidad de la existencia (resguardada, despliegue
de su belleza y sensualidad).
También
el poeta vivió esta dualidad, salvo que él no tuvo taller u
oficina. Su actividad productiva se cumplió en el interior donde se
asistía a la recuperación de la subjetividad. Carecía del
escenario abigarrado del burgués, pero podía forjarlo en la palabra
poética, reconociéndolo ante sí como un ardiente sueño.
Producción y placer fueron la misma cosa.
La
mujer puede faltar o puede estar presente pero siempre surge dentro
de ese fanal que construye el sueño o la fiesta o las máscaras o el
recuerdo, situada en el centro de la subjetividad-interioridad, la
cual solo es percibida en directa relación a la
objetividad-exterioridad como su opuesto.
Dentro-fuera forman un solo movimiento como el sístole y la diástole
del hombre.
Venus impera
- Ausencia de la gran pasión amorosa sustituida por el deseo episódico y el goce de la posesión. Darío es un gran poeta de la mujer, del combate sexual y del uso del placer.
- Lo erótico irá encabalgado a una ritualización, ceremonia litúrgica.
- Contexto económico, social y financiero:
- Aparecen nuevos conceptos económicos ligados a lo financiero, estos cambios veloces de la bolsa de valores junto con la emisión particular del papel moneda por parte de los bancos llevan a una gran inseguridad. El cambio continuo fue el índice de esa percepción de movimiento que caracterizó la nueva sociedad y que asombró tanto a los latinoamericanos.
- Según Paz el modernismo fue un movimiento cuyo fundamento y meta era el movimiento mismo. Esa era la ley de la nueva sociedad y se tardaría en saber que no respondía a la clase burguesa sino al sistema capitalista que la sobreviviría.
- Si la novedad (demonio de la novedad) apunta a la sensorialidad, entonces buena parte de su carga impactante y de su mejor recepción radicará en el placer. Es el placer lo que se ha descubierto y endiosado. Una de sus plurales formas, la más explícita, inmediata y generalizada, será el goce corporal de la relación sexual. Novedad y consumo son inseparables Dióscuros.
- Por qué vias ingresa la mujer en este sistema?? Todas las mujeres son una: la mujer. Desfilan mujeres de diversos tiempos, en apariencia diferentes. Esta apariencia es portadora de la novedad y por ende el problema queda situado en el nivel de la forma. Cambiar de apariencia=cambiar de forma.
- El movimiento continuo exalta el placer de la novedad, del instante, que es el de mayor intensidad. Pero este movimiento del objeto erótico no asegura la inmovilidad del sujeto conocedor, sino que lo arrastra en el mismo desplazamiento vertiginoso. (sentirse pasajero en Nocturno)
- Un dinamismo rítmico y sintáctico impone su impulso y desencadena el movimiento, cada vez más inquisitivo, atravesando todo un poema, necesariamente breve para que solo exista gracias a su empuje. Es el poeta de la sensualidad, pero más aún de la violencia sexual. En él es una precisa ordenación rítmica animada por una vigorosa energía que va derecho a un fin. Por lo cual su sensualidad es como un ropaje bello de una fuerza mucho menos dependiente de la materia de lo que podría esperarse: es pura energía. Esa energía anima vida y poesía, pero es además la misma que anima al universo. Llegado al punto clave que explica al universo, también en el poeta se volatiliza la materia y lo que queda actuando es una energía incomprensible. En ese acto que a nivel del microcosmos reproduce al macrocosmos, la eventualidad de ascender por la posesión recuperando el ser y culminar en su pérdida y transmutación. En el acto sexual hay algo más que está fuera del límite de la experiencia humana corriente, como un relámpago que los integra a la fuerza del mundo todo.
Bajo el gran sol de la eterna harmonía
Darío lleva a su más alto esplendor las posibilidades armónicas
que le prestan tanto las matrices métricas renovadas como los
recursos combinados de la melodía y del ritmo. Él clausura un
período: su flexibilización del verso y de la estrofa, su abundante
invención de ritmos y músicas, aunque abre camino a sus inmediatos
continuadores, habrá de ser abandonada.
El canto del cisne es el que unifica la luz y la armonía.
“bajo tus blancas alas la nueva Poesía
concibe
en una gloria de luz y de harmonía”
Estas dos condiciones una y otra vez aparecen mencionadas juntas, en
un ejemplo concreto del cruce de diversos órdenes sensoriales que
fueron avivados por la cenestesia del simbolismo: la cualidad
solar de la poesía, un resplandor que anima las formas y los
colores, y la cualidad armónica que no solo rige esos valores
solares sino también el vasto territorio de la música con su gozosa
rítmica y su envolvente melodía.
Dos opuestos instrumentos simbólicos: la flauta de Pan que definía
el mundo musical de Verlaine y la lira de Apolo que fue su particular
goce, su exaltación solar.
- La divergencia entre el ritmo y la melodía se presenta como otra pareja de opuestos enlazados, semejante a los amantes, las palabras, a la sociedad a la naturaleza, sobre los cuales opera coercitivamente, para impedir su disociación y ruptura, la suprema ley armónica.
- Para Barthes, aquel que responde más visiblemente a la voluntad del escritor, es el ritmo: que entra en la sociedad civil moderna y lo enlaza en con la sociedad a la que se dirige.
- La melodía corresponde al estilo, la parte privada del ritual, que se eleva desde lo profundo del escritor y se despliega fuera de su responsabilidad. Viene en la piel, en el inconciente, en la cultura. También viene en la lengua, liberada ahora de las constricciones.
El movimiento que le tocó iniciar fue de libertad: al luchar contra
el clisé verbal acarreaba una lucha contra el clisé mental, puesto
que juntos perpetúan la inmovilidad y el anquilosamiento. Con Darío,
América se apropia de la lengua castellana a través del canto. La
revolución fue posible por esa entrega a la lengua, tratando de ser
el aplicado instrumento de sus muchas posibilidades, como dejándola
fluir a través suyo una vez que la liberó del discurso retardatario
burgués en que había sido aprisionada.
Si primero funcionan dentro de una aristocracia vocabularia,
progresivamente incorporarán los coloquialismos, la sintaxis
conversacional, buscándose entre sí más que por la idea y por la
gramática, por la analogía musical. Las palabras se ordenan en una
música que pone en movimiento a los significados. Este es el imperio
de la música que en Darío tuvo valor absoluto.
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